miércoles, 8 de marzo de 2017

Materniqué?

Empecemos por lo básico, estoy faltando a aquella promesa que me hice ya hace un año y monedas: No voy a colgar con el blog.
Pero, evidentemente algo pasó. Juro que es una excusa grosa.

Pasaron varias cosas, cambios varios. Perspectiva de un futuro mejor, diferencias en la pareja, subsecuente fin de la misma, persona nueva, relación nueva, etc. Pero creo que el más trascendental es, sin lugar a dudas, la maternidad.

Que si soy madre? Emm no, todavía no. Pero el pan está en el horno.

Arrancamos en el momento de la sospecha. Te sentís rara, como que algo no te cuadra. Tampoco lo podés explicar ya que es extremadamente ínfimo el cambio que estás experimentando los primeros días. Ahora, si sos lo suficientemente enfermita con cada detalle de tu cuerpo como yo, la ficha te cae al toque.

Voy a evitar hablar de dichos cambios dado que este no es un blog sobre medicina o similar y tampoco es que estaría brindando información de extrema necesidad para los seres humanos que se topen con este post. Como también voy a ser egoísta respecto a los pormenores familiares, los cuales, estoy segura, les importa un pito.

Entonces, de qué carajo voy a hablar? Del proceso. O de lo que me estaría pasando semana tras semana.

Primero que nada ya estoy por la semana 13 y se pasó en un pedo. Literal. Todavía tengo presente el día que me hice el Evatest como si hubiera sido hace una semana. Estoy segura de que los 9 meses van a ser así y aunque parezca que estás gestando por 3/4 del año es mentira, son con 4 meses máximo.

Algo que me llama poderosamente la atención es este don sobrenatural que las mujeres de la familia tiene respecto a la panza. No crece. Pero POSTA, no crece. Recién después de la primera ecografía estuve 100% segura de que adentro había, efectivamente, un pibe en plena gestación.

Por otra parte, si bien fue emocionante y demás sigue siendo difícil para mí hacerme a la idea de que mi novio y yo creamos una vida. Es sumamente bizarro. Y no, no soy la típica embarazada que ya acepta todo de un saque y ya está en modo madre armando el cuarto y comprando mamaderas. A ver, sí, busqué mamaderas, pero sigue pareciendo completamente ajeno a mi persona. Como si fuera para el bebé de alguien más.

Y lo que también me supera es la emoción de los que me rodean (los que todavía están conmigo, porque esa también es la otra; GENTE un embarazo no es una enfermedad infecto contagiosa. Y que la futura madre espere que las amistades sigan a su alrededor es por un tema de apoyo, no porque está secretamente evaluando cuanta niñera gratis va a tener en USTEDES!), todos están felices y me preguntan cosas del embarazo de las cuales no hablo mucho porque entiendo que es algo que nos pasa y nos parece lo más interesante del planeta al padre y a mí y comprendo que no a todos les llama la atención.

Pero bueno, más allá de todo es una experiencia muy interesante. Sé que suena muy fría al respecto, pero eso no quita que esté totalmente enamorada de mi bebé ya desde el momento en que lo ví moverse como si estuviera en pleno aquadance ni que tenga todos los miedos e inseguridades tales como: estará bien? me querrá? y si prefiere al padre? y si no puedo parir porque soy re caquita? y si le pasa algo? se sentirá feliz cada vez que nos escucha hablarle? etc, etc, ETC.

Veremos como sigue la aventura y en breve (no mentira, sabemos que me voy a colgar) volveré con un nuevo update que a nadie le importa pero que a mi me sirve como terapia gratuita.

Ahí se ven zoquetes ♥

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